Existe el riesgo de contraer gusanos sin siquiera salir de casa. Se pueden encontrar varios tipos de helmintos en artículos domésticos, billetes de banco, platos, alimentos y agua potable.
Los parásitos ingresan al cuerpo humano de una manera conveniente para ellos: pueden ingresar por el sistema digestivo con comida, agua, manos sucias o picaduras de insectos.
Además, los helmintos afectan ciertos órganos internos, utilizan los recursos del cuerpo humano, causan daños mecánicos y se reproducen activamente. Sus procesos vitales van acompañados de síntomas desagradables y a menudo peligrosos y daños en varios órganos.
Cómo reconocer las lombrices intestinales
Las helmintiasis intestinales unen a un grupo de enfermedades causadas por gusanos de diferentes tipos. Muy a menudo, se pueden detectar ascariasis (lombrices intestinales), enterobiasis (lombrices intestinales), anquilostomatidosis (anquilostomas). Estos parásitos viven en la luz del intestino humano, se alimentan de su contenido y su presencia puede sospecharse por una serie de síntomas característicos:
- Pérdida de peso espectacular sin cambiar la dieta y la actividad física. Los helmintos del grupo intestinal utilizan los nutrientes del cuerpo humano como fuente de energía para el crecimiento y la reproducción, y sus dispositivos de anclaje en el intestino (ventosas, ganchos) dañan sus paredes e interfieren con la absorción de los oligoelementos restantes.
- El dolor en el estómago, el ombligo, la picazón en el recto son causados por el movimiento de los gusanos, el daño mecánico que causan, así como la liberación de larvas o adultos del cuerpo al ambiente externo.
- Diversos trastornos digestivos: diarrea o estreñimiento, flatulencia, presencia de moco, espuma o sangre en las heces, náuseas, vómitos. En algunos casos, se pueden encontrar parásitos adultos en las heces.
- El cuerpo humano puede reaccionar ante la aparición de parásitos con reacciones alérgicas, los fenómenos de intoxicación, que son causados por los productos de desecho de los helmintos. Con mayor frecuencia, esto se manifiesta por picazón en la piel, enrojecimiento de ciertas áreas, erupciones (vesículas, ampollas de diferentes tamaños).
El diagnóstico de helmintiasis intestinal incluye estudios fecales, análisis de sangre clínicos y bioquímicos (eosinofilia, leucocitosis) y, si es necesario, datos de ultrasonido del cuerpo.
Signos de aparición de parásitos en el hígado
Una gran cantidad de nutrientes se acumula en el hígado humano y se produce una intensa circulación sanguínea, lo que es conveniente para los parásitos. Helmintiasis hepática común: fascioliasis, opistorquiasis, dicroceliosis, causada por gusanos del grupo de los trematodos hepáticos.
Puede identificarlos por características específicas:
- Los dolores agudos en el hipocondrio derecho son causados por el efecto mecánico de los helmintos. Entonces, el equinococo forma quistes en los tejidos del órgano, provocando el desarrollo de procesos inflamatorios o incluso necrosis.
- Los gusanos adultos (gusanos redondos) pueden bloquear los conductos biliares, por lo que se altera la salida de la bilis, el proceso de digestión en el cuerpo es difícil y el paciente tiene signos de ictericia. Las membranas mucosas visibles de una persona adquieren un tinte amarillo y, con el desarrollo de la patología, la piel también se tiñe.
- Los síntomas inespecíficos de la aparición de parásitos serán un deterioro en el estado general del cuerpo, pérdida de peso, náuseas, letargo.
Para aclarar el diagnóstico, donan sangre para su análisis. Se detecta leucocitosis, eosinofilia y las pruebas bioquímicas indicarán un aumento en la actividad de las enzimas hepáticas (ALT, AST). Durante la ecografía, el daño hepático será visible en el cuerpo: se pueden encontrar agrandamiento, inflamación y, en algunos casos, quistes parasitarios.
¿Qué indica la presencia de helmintos pulmonares?
Algunos parásitos (lombrices intestinales, toxoplasma, equinococo, tsenur) pueden pasar del tracto gastrointestinal a los pulmones de una persona con flujo sanguíneo o linfático. Se multiplican en los alvéolos, dificultando la respiración y algunas especies (echinococcus unicameral) forman quistes, dañando la estructura del órgano.
Puede ser difícil determinar la presencia de parásitos en los pulmones, ya que los síntomas son similares a las manifestaciones de enfermedades respiratorias de etiología viral y no infecciosa (bronquitis, ARVI). Tos, dificultad para respirar, dolor en el área del pecho, fiebre indican la necesidad de un examen adicional del cuerpo del paciente.
Para el diagnóstico de helmintiasis pulmonar, el método de rayos X será el más informativo. Las imágenes mostrarán lesiones en el cuerpo humano causadas por equinococos (quistes) y tenias bovinas (formaciones fibrosas), que luego deben distinguirse de neoplasias, quistes de diversas etiologías y neumonía.
Parásitos transmitidos por la sangre
Los gusanos unicelulares protozoarios se pueden encontrar en la luz de los vasos. Las babesias, plasmodios (malaria plasmodium), tripanosomas, microfilarias, esquistosomas causan enfermedades peligrosas que representan una amenaza para la vida humana.
Al destruir los elementos con forma, interrumpen los procesos del metabolismo energético en el cuerpo y bloquean el suministro de nutrientes a los órganos y tejidos.
En la mayoría de los casos, la infección humana ocurre después de ser picada por insectos o garrapatas. Después de un tiempo, se desarrollan signos de anemia en el cuerpo: palidez y luego cianosis de las membranas mucosas, mareos, pérdida repentina de peso y deterioro de la salud. Sin atención médica oportuna, los parásitos sanguíneos pueden representar una seria amenaza para la vida humana.
El diagnóstico implica la realización de exámenes microscópicos de sangre, durante los cuales puede encontrar parásitos unicelulares y eritrocitos destruidos, así como determinar el tipo de gusano. El tratamiento es a largo plazo, se realiza de forma estacionaria bajo la supervisión de un médico calificado.
Hábitats de parásitos inusuales
Algunos tipos de helmintos pueden penetrar en el corazón humano, el tejido subcutáneo (dirofilarias), el cerebro y la médula espinal (cisticerco, equinococo). Puede infectarse no solo en países exóticos, sino también al comer alimentos familiares que no han sido tratados térmicamente adecuadamente, y las mascotas pueden convertirse en portadores. Los signos de invasión dependen del grado de daño a un órgano en particular.
En el cerebro, los gusanos pueden formar quistes, formaciones fibrosas que provocan fenómenos nerviosos.
Dolores de cabeza de etiología inexplicable, temblores (temblores) de las extremidades, cambios en la sensibilidad táctil, alteración de la coordinación de los movimientos, un fuerte deterioro de la audición y la visión: los signos del desarrollo de la invasión dependen de la ubicación de los gusanos y sus larvas.
Los parásitos adultos pueden verse visualmente debajo de la piel, generalmente acompañados de sensaciones de picazón y hormigueo, así como en los ojos, canales auditivos y otros lugares.
Qué hacer si observa signos de infestación de gusanos
Las enfermedades de etiología parasitaria se tratan bajo supervisión médica después de todos los exámenes necesarios y el establecimiento del tipo de parásitos. Prescriba medicamentos antihelmínticos de un espectro de acción estrecho o amplio, lleve a cabo una terapia reparadora y sintomática, promueva la eliminación de gusanos del cuerpo. En algunos casos, está indicada la cirugía.
El pronóstico para la mayoría de las enfermedades es favorable si se inicia el tratamiento a tiempo. Si pospone una visita al médico o comienza a tomar medicamentos por su cuenta, el proceso de curación puede retrasarse y muchos tipos de parásitos pueden dañar órganos vitales o sistemas corporales, o incluso provocar la muerte.